Para qué sirve y cuánto ayuda a los adultos mayores, hijos y familiares a tomar buenas decisiones
Todavía para muchas
personas es un término desconocido, y se podría explicar con una comparación
como que la geriatría es para los adultos mayores lo que la pediatría es para
los niños. En la tercera edad estar cerca de un geriatra es tan bueno como
contar con un pediatra cuando nuestros hijos son pequeños, la función es la misma y por tanto, su valor
es igualmente importante.
Y aunque para las
propias personas mayores de la tercera edad como para los de la segunda edad,
este sea un término aún desconocido, es oportuno saber su importancia en los
tiempos que tocan, teniendo en cuenta que la promesa de vida hoy en día llega al umbral de los 80 años en muchos países
y que la falta de estos profesionales ya es más que latente.
La geriatría es una rama
de la medicina que se encarga del cuidado de la salud física - mental y la
calidad de vida de las personas mayores ante el paso del tiempo. Se
enfoca en prevenir las enfermedades propias de esta etapa de la vida así como a
tratarlas de acuerdo a los niveles de dependencia que tenga cada persona de la
tercera edad.
¿Qué hace un geriatra que no hace un médico general en la tercera edad?
A muchos cuidadores
familiares se les pasa por la cabeza, cuál es la diferencia de consultar a un
geriatra que a un médico general, ¿acaso las enfermedades no son las mismas?, ¿sufrir
del corazón, la diabetes o los riñones no solo son dolencias exclusivas de los adultos
mayores?… pensarán. La respuesta es no, no es igual, no es lo mismo y además,
ellos, nuestros padres o abuelos se merecen un trato de calidad, un servicio de
lujo… (si lo quieren ver así) y eso es lo que significa contar con un geriatra
de cabecera, pues será quien nos oriente y asesore sobre los cuidados
específicos y especiales que requiere un adulto mayor para mantenerse activo y
saludable el mayor tiempo posible. Su labor es de exclusividad, ya no son
generalistas, se enfocan en la última etapa de la vida y eso es lo más
importante que se puede hacer por nuestros seres queridos.
Por tanto, un geriatra
nos ayudará a detectar señales de demencia, a prevenir caídas
y posible osteoporosis así como a saber manejar
una depresión y el impacto que esto puede tener frente a esas enfermedades
crónicas que ya tuvieran antes de entrar en la tercera edad. Contar con un
geriatra en la familia es hoy por hoy una demanda y una necesidad que la
familia y la comunidad, deben saber valorar.
¿Todos los adultos mayores requieren de un geriatra?
La respuesta correcta y responsable
es sí, todos los adultos mayores deben visitar un geriatra periódicamente. Un
profesional especializado en el envejecimiento, más no un médico internista
especializado en adultos mayores, (aunque la poca población de profesionales
geriatras deja campo para los médicos generales, lo cual debería ir cambiando
con el tiempo). Tanto los adultos mayores de 65 años sanos, como los adultos
mayores con alguna enfermedad crónica y los que pasaron los 80 años con o sin
patología, todos en general, deben saber contar con un geriatra que los atienda.
Frente al poco
conocimiento y al rápido incremento de la población adulta, son las propias
personas de la tercera edad las primeras en implicarse en las mejoras de sus condiciones
de vida, recibiendo la orientación adecuada para su cuidado y participando en
las decisiones que garanticen su envejecimiento
con calidad de vida.
Ojo! Geriatría no es igual que gerontología
No es probable que nos
recomienden visitar a un gerontólogo para consultar un problema de sarcopenia
(disminución del músculo), por ejemplo, (es decir que debería ser infrecuente). Sin embargo, sí es probable y así debería ser para conocimiento de muchos, que una
comunidad necesite de un gerontólogo para que realice un estudio científico de
los procesos y problemas del envejecimiento desde los aspectos
biológico, clínico, psicológico, sociológico, legal, económico y político en una localidad. La geriatría es una rama de la medicina
mientras que la gerontología agrupa diversas disciplinas de las ciencias
humanas.
Por estas y otras
razones más, contar con un geriatra en la familia es una de las mejores formas
de demostrar interés por la calidad de vida en los adultos mayores para
promover una vida saludable y plena en ellos y además, en contribuir a una mayor
demanda y profesionalización de estos profesionales de la medicina humana que con el paso del tiempo se vuelven más requeridos.
Importante!
No son pocos los países en la región hispanoamericana que cuentan con al menos una institución dedicada a este tema, aquí nombramos los más importantes en algunos de nuestros países y que sirven de referencia para conocer mucho más sobre la importancia del envejecimiento activo en el adulto mayor.
Editado por @TerceraEdadDigital.
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